LA SOLIDARIDAD Y LA ECONOMÍA
Se denomina
solidaridad a un sentimiento que se basa en la
unidad, en la unión para conseguir metas, fines, objetivos o
intereses en común. Supone la presencia de valores positivos y correctos, y un saber accionar de
manera armónica con la demás gente. En Venezuela, así como en muchos países, la
solidaridad se manifiesta sobre todo ante acontecimientos de catástrofe,
situaciones que llevan a tender una mano a quienes más lo necesitan. De esta
manera, la solidaridad se convierte en un valor social que debe llevar a
mostrar apoyo hacia quienes por su condición social o por ser víctimas de
circunstancias naturales, requieren contar de asistencia por parte de los que
estén en condiciones de proporcionarlas. Ahora bien, ante situaciones como las
que vivimos actualmente en nuestro país, este valor ha quedado supeditado a
momentos cada vez más escasos, debido a que vemos como ante una crisis
económica tan grande como la actual, quienes practican la economía informal
aumentan de manera abusiva los precios de productos básicos, aprovechando el
desabastecimiento de los mismos y la necesidad de disponerlos por parte de la
mayoría de la población, generando con ello un aumento en el costo de la vida
que no se refleja en las estadísticas, pero si en el bolsillo de los consumidores.
No obstante, para estos trabajadores informales el aumento en la inflación también
les afecta y buscan paliarla fijando precios por encima de lo fijado
oficialmente. Estamos en un círculo vicioso que solo se romperá cuando el factor
más importante en toda esta ecuación, el estado, fije condiciones que permitan
una economía sana, donde quienes puedan producir lo hagan con controles mínimos
y básicos, fijando precios que permitan una ganancia razonable que invite a seguir
invirtiendo y que los consumidores encuentren los productos a precios que no
alteren sus presupuestos. Sería genial que las políticas del gobierno para
vender el petróleo en el mercado internacional, sean las mismas fijadas para
que nuestros empresarios puedan hacerlo internamente. En esas condiciones, la
solidaridad brillaría entre todos nosotros.
MARIO ESPINA
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